Ondas de choque en trocanteritis
Este artículo explica el uso de las ondas de choque en trocanteritis. ¿Qué es la trocanteritis? y, ¿ cómo se trata con ondas de choque y fisioterapia?
¿Qué es la trocanteritis?
Trocanteritis es como llamamos a la inflamación y dolor en el trocánter o en las estructuras que están a su alrededor. Se trata de un problema frecuente, más común en mujeres. La trocanteritis es rara en pacientes jóvenes y su incidencia es mayor a partir de los 30 años.
¿Qué demonios es el trocánter?
El trocánter es un saliente óseo de la cadera donde se enganchan los tendones de grandes músculos. Algunos de estos músculos son el glúteo medio o el piramidal, que son los músculos que realizan la abducción de la pierna, es decir, que abren la pierna. En realidad este trocánter que acabo de mencionar es el trocánter mayor, porque existe un trocánter menor. En este último se insertan otros músculos que intervienen en los movimientos contrarios.
El trocánter mayor forma parte del fémur, que es el hueso más grande de nuestro cuerpo. Podemos notarlo fácilmente si nos presionamos en el lateral de la cadera. Si nos acostamos de lado en una superficie algo dura, vamos a notar como el trocánter se presiona, y si lo tenemos inflamado nos va a doler. El dolor en esta zona puede provenir de la afectación de alguno de los tendones, de las pequeñas bolsas de líquido que se hallan entre tendones, hueso y piel o puede ser que el hueso en sí esté inflamado.
Los músculos que hemos mencionado antes, glúteos, piramidal y otros próximos, se enganchan al fémur precisamente en esta zona, el trocánter. La función de estos músculos es mantenernos erguidos y equilibrados sobre las piernas. Cuando estos músculos no funcionan bien caminamos balanceando el tronco, esto se conoce como marcha en Trendelemburg. Un ejemplo conocido en España sería el político Manuel Fraga, que deambulaba con un llamativo balanceo.
Lo cierto es que en las trocanteritis no se suele llegar a provocar un balanceo tan marcado como el del Sr. Fraga, pero sí que hay pacientes que cojean o que se quejan de dolor al subir pendientes o cuestas por el esfuerzo que supone para estos músculos el mantener la vertical al subir cuesta arriba.
¿Cómo se trata la trocanteritis?
Cuando el trocánter, o las estructuras adyacentes se lesionan, tenemos varias opciones terapéuticas. Lo primero que haría el médico general sería pautar analgésicos y antiinflamatorios y recomendarnos algo de reposo, pero si el problema persiste a pesar de una semana de reposo relativo, deberíamos investigar la causa. La prueba ideal de inicio sería una ecografía que nos permitiría valorar los tendones, las bursas y los músculos. También pueden ser útiles la radiografía y la resonancia magnética si la ecografía no es concluyente o si no guarda relación con la exploración clínica.
Estas pruebas que hemos mencionado no sustituyen el criterio de un médico con experiencia. De hecho, un especialista experimentado, como un rehabilitador, traumatólogo o un reumatólogo pueden realizar el diagnóstico de trocanteritis simplemente por la clínica. Es muy habitual que en la primera consulta con el especialista se realice el diagnóstico y seguidamente el tratamiento con una infiltración de corticoide local en la lesión. Esto puede solucionar un gran número de casos, pero como han demostrado en un reciente estudio Heaver. C. et al. la opción de las ondas de choque podría ser superior a largo plazo y además presenta menor riesgo de complicaciones.
Lo más habitual en el tratamiento de la trocanteritis es comenzar por una fisioterapia con ejercicios y medios físicos. Esta terapia se puede combinar con las ondas de choque. Mi recomendación habitual es usar la fisioterapia y las ondas de choque en un primer momento, porque no tienen riesgo de complicaciones y pasar a la infiltración local si no hay mejoría del dolor.
¿Cómo actúan las ondas de choque en la trocanteritis?
El objetivo del tratamiento con ondas de choque en trocanteritis es recomponer y fortalecer los músculos y los tendones que se enganchan en el trocánter. La fisioterapia consigue esto con los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento y además consigue alivio de los síntomas con el masaje y los aparatos como el ultrasonido, el calor local y profundo sobre la musculatura y el frío al finalizar sobre los tendones. La onda de choque actúa directamente sobre las celulitas que se encargan del mantenimiento y regeneración de músculo, tendón y hueso. El fuerte cambio de presión que ejerce la onda de choque sobre estas células, las estimula enérgicamente para que se muevan, se multipliquen y trabajen el la reparación de los tejidos donde se encuentran. En cierto modo estamos despertando a estas células.
¿Por qué es mejor las ondas de choque en trocanteritis que la infiltración?
La diferencia principal entre la infiltración y los otros tratamientos que he mencionado es que la infiltración puede mejorarnos en cuestión de minutos, mientras que la fisioterapia y las ondas de choque pueden requerir semanas para provocar un alivio importante. En mi opinión, y como nos muestra el estudio de Heaver, la onda de choque es una mejor opción porque tiene muchos menos efectos secundarios y porque a largo plazo va a resultar más efectiva. Yo recomiendo a mis pacientes iniciar los tratamientos de fisioterapia y ondas de choque lo antes posible y sólo añadir la infiltración posteriormente si no han notado mejoría en un mes realizando una pauta correcta de fisioterapia y ondas de choque.